Eva, la diosa del caos y el desmadre, nos recibe desde Gilead, un lugar que suena más a distopía que a paraíso, pero ella lo convierte en un espectáculo digno de ver. Con 69 años, esta mujer es la prueba viviente de que la edad es solo un número cuando se trata de encender el internet con sus tremendas tetas. Y cuando digo tremendas, me refiero a que podrían tener su propio código postal.
Con su Lovense siempre a punto de explotar, Eva sabe cómo mantener a su audiencia al filo del asiento. El sonido de las monedas cayendo la pone más cachonda que un adolescente viendo su primera película porno. Y cuando llega el momento del cum, es como si todo Gilead se iluminara con fuegos artificiales. No hay nada más satisfactorio que verla llegar al clímax, y sus gemidos son música celestial para los oídos de cualquier degenerado.