En algún lugar perdido de Tennessee, tenemos a badbrittxo, una diosa sureña que te hará sudar más que una tarde de verano en el sur de Estados Unidos. Esta chica es una mezcla perfecta de dulzura y picardía, como si el whisky y el pastel de manzana se fusionaran en un solo cuerpo. Su habitación es como un festival de hormonas enloquecidas, donde cada movimiento suyo te deja con la mandíbula en el suelo y las manos ocupadas.
Lo mejor de badbrittxo es que no necesita etiquetas para definirla, porque ella es un puto universo en sí misma. No hay etiquetas que puedan capturar su esencia salvaje y desinhibida. Su show es un viaje sin retorno a un mundo donde el placer es el único idioma que se habla.