¡Joder! Has aterrizado en la sala de Baddiemandy, y si no estás preparado, te va a dejar tan seco que necesitarás una recarga de datos. Esta bombshell californiana no tiene necesidad de adornarse con etiquetas chorras porque su show habla por sí mismo. Imagínate la escena: tumbado en tu cama, pantalones en el suelo, y esta muñeca de carne y hueso en la pantalla haciendo que tu noche se convierta en pura dinamita.
No hay temas de conversación profundos aquí, solo puro placer visual y auditivo. Cada movimiento de sus caderas es un poema erótico que ni el más lúcido poeta podría describir. Baddiemandy no está para tonterías; ella va al grano, tan caliente como el sol californiano y tan directa como el humo de un cigarro después del sexo.